Esto no es nada fácil. Hay que bucear entre muchos escritos para intentar establecer una fecha exacta. Y en realidad ninguna opción es irrefutable.
Aquí se mezcla tradición, documentos históricos, evangelios e incluso astronomía.
El primer gran error es la fecha del nacimiento. Si damos por cierto tal como está recogido en documentos, que Herodes el Grande, el que mandó matar a todos los menores de 2 años, murió en el año 4 antes de Cristo, ya podemos decir que Jesús nació al menos en el 5 antes de sí mismo.
También está certificado que Poncio Pilatos ejerció su mandato entre los años 29 y 37 después de Cristo y eso implica que Jesús muriera entre sus 34 y 42 años, nunca 33.
El día. También se sabe que la ejecución ocurrió un viernes de la Pascua judía con luna llena. La festividad de la Pascua ese año cayó en Sábado. Este día era invariablemente en el calendario judío el 15 del mes Nisán (primer mes del calendario hebreo), que es cuando celebraban la salida de Egipto. Esta festividad siempre se celebraba ese día, la primera luna llena de primavera. Aquí no hay cuestión de duda. Ese día con esa Luna se dio el 7 de abril del 30 y el 3 de abril del 33. En el primer caso Jesús hubiera tenido 36 años y en el segundo 39.
Según Poncio Pilato y basado en el calendario Juliano, la crucifixión tuvo lugar el tercer día antes de las nonas de abril en el año de los Cónsules Lucio Livio Ocella (Galba) y Lucio Cornelio Sila bajo el Imperio de Tiberio. Esto se corresponde con el viernes 3 de abril del año 33.
En el Capítulo 19 del Evangelio de San Juan se describe bastante detalladamente la ejecución. En él se hace referencia a la víspera de la celebración del Sabat y a que los judíos pidieron que se acelerara el proceso para que acabara antes del inicio de esa celebración, la cual se produce a partir de la caída del Sol el viernes. Igualmente, que fue enterrado en una cripta del mismo monte Gólgota por cuestión de premura de tiempo.
Una vez muerto, al tercer día resucitó. Al tercer día, no a las 72 horas. Eso se corresponde con el domingo, que es el día posterior a la festividad religiosa del Sabat.
Total. Que tenemos un Domingo de Resurrección en las mismas fechas de la Pascua Judía. Esto, con el paso del tiempo no se llevó muy bien por las partes implicadas.
Los judíos dijeron que ellos habían llegado mucho antes y que no movían su fiesta del 15 Nisán ni de broma.
Así pues, en el año 325, en el Concilio de Nicea, cuya finalidad principal era la negación del arrianismo (muy básicamente, que Dios es Dios y que Jesús es un hombre que viene de parte de Dios pero no es Dios), se promovió por el entonces Emperador Constantino (el Grande), establecer una fecha única para todas las comunidades cristianas. El Domingo siguiente a la primera luna llena de primavera.
Tras esto, la celebración de la Pascua cristiana se daba en varias fechas según cada Comunidad debido a diversos matices locales. Todas en torno al decimocuarto día tras la primera luna llena de primavera. Pero había muchas variaciones (ver Controversia Pascual).
Finalmente, alrededor del año 525 se estableció que la determinación de la fecha de la Pascua no iba a ser una cuestión ni de ciencia astronómica ni de calendario. Iba a ser una cuestión de disciplina eclesiástica. Se iba a decretar un día y ya no se permitirían discusiones.
Ese día era el primer domingo después del decimocuarto día de la luna (luna llena) siguiente al 21 de marzo. De esta forma nunca se coincidiría con la Pascua judía y siempre sería en Domingo. Fin de la discusión.
Así que según esto, como la primera luna llena se va a dar necesariamente entre el 8 de marzo y el 5 de abril, la Pascua (Domingo de Resurrección) puede caer entre el 22 de marzo y el 25 de abril.
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